Departamento de Objetos Perdidos II
En el metro de la CDMX existió una lista de objetos pérdidos que se encontraban a lo largo de los vagones, día tras día. Nadie la consultaba: había poca fe en que ese aparato funcionara. También existe un lugar físico al que se puede acudir para rescatar esos objetos. La clave para recuperarlos es conocerlos a la perfección. Nombrarlos a detalle, con atención. Saber qué los hace ser lo que son. Ahí descubrimos que reconocemos los objetos con los que convivimos más allá de su utilidad: por su forma, su historia, su esencia; desde nuestro vínculo afectivo con el otro y las cosas. Escribir poesía —y disponerse a lo poético— es una forma de estar en el mundo que desafía al sistema en sus maneras de nombrar, usar y desechar; propone otro tipo de presencia para relacionarnos. Quien escribe poesía a veces parece un detective: de lo que se ha perdido, de lo que no se ve, de lo que fuimos y podríamos ser. Bienvenido, agente. Gracias por venir.
20 agosto 2025
19:00:00 hrs.
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